Primer día en la Escuela

Quedan pocos días para el inicio del curso escolar. Será el primer día de clase para tu hijo y eso te llena de dudas: ¿Llorará? ¿Le cuidarán bien? ¿Te echará de menos? ¿Haces bien en llevarle con lo pequeño que es?... Por una parte, piensas que sería mejor que estuviese en casa y esperar a que crezca un poco más.

Pero, por otra, sabes que en la nueva escuela conocerá a nuevos amigos y amigas, aprenderá mucho y madurará. Aunque... ¿Y si no se adapta?

Tu hijo ha crecido en un lugar seguro y con unas personas que conoce a la perfección. Tiene objetos y juguetes a su alrededor que ha explorado e investigado, a pesar de algunas regañinas cuando tocaba algo que no debía. Este es su ambiente y le da la seguridad que necesita.

La escuela es todo lo contrario. Es un lugar desconocido y lleno de extraños. Además, ya no tendrá al alcance aquellos objetos que conoce tan bien. Podría decirse que para tu hijo será un cambio radical: pasará de la seguridad del hogar a la inseguridad que le provoca aquel lugar desconocido.

Y, por si fuera poco, él debe quedarse allí mientras tú nos marchas.

Tu hijo no puede explicar sus angustias e inseguridades con palabras. Sin embargo, te da pistas a través de todo aquello que sabe hacer: dormir, comer, llorar...
Es aún muy pequeño para comprender que, aunque le dejes en la escuela, volveras a buscarle.

Todavía no sabe cómo funciona el tiempo y por eso necesita que su vida sea pautada con los menores cambios posibles. Sólo así puede anticipar lo que va a pasar:"ahora toca comer, ahora toca dormir, ahora dan esos dibujos que tanto me gustan..".

Y, de repente, todo cambia: "ya no hay dibujos, todos son extraños, ¿quién es esa señora que habla con mis padres?.." Y sobre todo: "¿por qué se marchan mis padres y me dejan aquí?". El miedo a sentirse abandonado, a separarse de ti que le ofreces seguridad y a que no vuelvas a buscarle es lo más duro para tu hijo.

Para evitar este cambio tan brusco, sería conveniente que:

• Tu hijo conociera la escuela antes del primer día. Podrías llevarlo contigo el día que visites el centro. De este modo, podría pasear por las instalaciones y, si es posible, ver por primera vez la que será su aula.

Le explicaras que, en breve, ese será un lugar donde encontrará muchos amigos con los que jugar y donde aprenderá muchas cosas y lo pasará muy bien.

• El primer día debes procurar no mostrarte angustiado. Aunque no lo parezca, tu hijo, por pequeño que sea, notará que algo ocurre y se pondrá nervioso. Al despedirte, es muy importante no hacer caso de los posibles llantos.

Si tu hijo ve que con un llanto te puede retener, la conducta se repetirá a diario. Tienes que despedirte con naturalidad, diciéndole que después le recogeras o simplemente demostrando que te marchas tranquilo y confiado.

• Los días siguientes debes mostrar la misma actitud tranquila del primer día. Es importante mantener una estrecha relación con la educadora. Le explicarás todo aquello que ha cambiado en tu hijo, ya sean problemas de sueño, alimentación, conducta, etc., así como tus propias dudas y miedos.

La maestra te informará sobre los avances y dificultades de tu hijo y le ayudará desde la escuela a que se sienta feliz, en otras palabras: le ayudará a que se adapte.

Para más información visita www.Solohijos.com

 

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